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Cómo Leer la Realidad para Recibir Respuestas de Tus Ángeles y Guías Espirituales Todos los Días

El momento presente, si lo sabemos observar, nos da pistas valiosas y soluciones que antes no veíamos. No todos son capaces de ver estas respuestas aún, por eso en este artículo te damos los mejores consejos para interpretar mensajes que tus guías espirituales y ángeles te envían todos los días.

¿Cómo lo hago? ¿Qué debo observar? ¿Cómo sé que lo que veo es una respuesta? Aquí encontrarás la respuesta. Quédate hasta el final.

Muchas personas se confunden y piensan que al pedirles ayuda, sus ángeles aparecerán físicamente o en sueños con la solución a sus problemas. Si ya te has frustrado algunas veces ¡Anímate! sí estás recibiendo respuestas, aunque no te des cuenta. Muchas de ellas, incluso las recibes inconscientemente e igualmente te ayudan.

Si lo sabes observar, el entorno te dará pistas para evolucionar y soluciones que antes no veías. En este artículo, encontrarás consejos precisos que aumentarán tu capacidad para identificar estas respuestas. ¿Cómo lo hago? ¿Qué debo observar? ¿Cómo sé que lo que veo es una respuesta? Quédate hasta el final.

Lo primero: Debes hacer las preguntas correctas

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Antes de preguntar, primero calma tu mente y emociones

En momentos de angustia solemos aferrarnos a buscar cierto tipo de soluciones y nos enfocamos en lo que nos parece que es el problema. Sin embargo, te sorprenderá cuántas veces nuestra percepción nos juega en contra, y vemos como problema algo que realmente no lo es, sino que es la consecuencia del problema.

Ahí es cuando nuestra mente se cierra a querer recibir solo cierto tipo de respuesta y todo lo demás pasa desapercibido

Haz preguntas desde el lugar correcto

Probablemente,  estás preguntando desde el lugar equivocado; desde un estado mental de carencia, enfocándote en el miedo o la resistencia a aprender la lección.

¿Cómo sé si estoy haciendo las preguntas correctas? La respuesta está en el lugar mental desde el cual haces tus preguntas. Si tu pregunta o petición implica “saltarte” la lección que toca aprender, o cerrarte a lo que tú crees que te conviene, difícilmente verás las respuestas en tu entorno.

Pregunta con la mente totalmente abierta

Recuerda que, como dice el maravilloso Curso de Milagros, nosotros no sabemos lo que más nos conviene, y eso no es porque no seamos inteligentes. Esto se debe a que, para que podamos funcionar en este mundo, nuestra percepción está muy limitada.

Si buscamos soluciones con la poca información que tenemos, nos encontraremos con los muros de nuestro pasado, miedos y la información de nuestro clan familiar.

Para preguntar, primero hay que soltar​

Un ejercicio para que hagas las preguntas correctas de ahora en adelante, es el soltar. Soltar la solución y admitir que no sabes lo que más te conviene, te ayudará a abrirte a las respuestas que el Universo tiene para darte. Puedes decir a tus guías angelicales lo siguiente:

“Queridos ángeles, les pido que me ayuden con esta situación. Desde mi limitada percepción no soy capaz de ver la mejor solución para mí ni lo que más me conviene; así que sobre todas las cosas les pido ver. Les pido que me enseñen qué es lo que se necesita de mí en este momento y bajen para mí los aprendizajes amorosos que necesito para atravesar esta prueba”.

Puedes también comentarles cómo te sientes, pero siempre entrega cualquier resistencia que tengas sobre creer que tienes la respuesta.

Ahora que preguntaste, espera las respuestas elevando tu vibración

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Aunque suene a cliché, la vida es como la miras (y no al revés)

Ahora que hiciste las preguntas desde el lugar correcto, debes esperar las respuestas del entorno. Muchos solemos preguntar y después olvidarnos de la pregunta y, lógicamente, no vemos las respuestas porque no las estamos esperando. 

Además de estar atentos al entorno, debemos cuidar nuestras emociones, pues las emociones negativas nos nublan la vista y nos obligan a concentrarnos solo en el problema (y no en la solución). 

La vida nos puede traer momentos de alegría, así como crisis que bajan el ánimo. Sea cual fuere, es nuestra percepción la que nos causa alegría o tristeza; miedo o esperanza.  Muchas veces nos ahogamos en problemas que se parecen a una piscina de medio metro de profundidad. Lo único que tienes que hacer es pararte: cambiar de perspectiva y salir.

¿Debo forzarme a sentirme siempre feliz para encontrar respuestas?

No. Claro que no. Esto no es necesario (y tampoco se puede). Lo cierto es que debemos practicar la tolerancia con nosotros mismos. Si lo que sientes es tristeza o rabia durante una crisis, está bien aceptarla y pasar por ese proceso. Lo que no es sano es quedarte ahí más de lo necesario y no buscar ayuda.

No les temas a tus propias emociones. Ellas solo son mensajes; solo nos informan algo y después deberán seguir su camino. Si retienes la emoción, seguramente luego saldrá con mucha más fuerza.

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No dejar fluir las emociones hace que luego exploten con más fuerza

Cómo distinguir las respuestas y no confundirlas con tu imaginación

Para identificar las respuestas de tu entorno, antes debes estar en apertura total; en el modo “no sé”. La vida y nuestros guías te darán confirmaciones todo el tiempo hasta que el mensaje haya llegado a ti. Te confirman lo que han venido diciéndote para que dejes de dudar y puedas aprovechar mejor tu tiempo en crecer.

Estas confirmaciones pueden venir en diferentes formas. Es muy común que aparezcan bajo la forma de sincronicidades o “coincidencias”; en forma de sueños, inspiraciones repentinas, o hasta en forma de personas. Las personas podemos ser inspirados por nuestros guías y hacer cosas que, sin saberlo, sean la respuesta que necesitaba alguien más. ¿No es maravilloso? Sabrás que es una respuesta por las sensaciones que te provoquen. Simplemente, muy dentro de ti lo sabrás.

Ejercita tu atención para percibir respuestas sutiles

Como ves, las respuestas son muy sutiles y si no estás atento pueden pasar desapercibidas. También, si te cierras a ver solo cierta información, muy difícilmente tu mente dejará que observes claramente. Esto es como si  programaras a tu cerebro para ver solo el color rojo y todo lo que se parezca al rojo. Así, solo serás capaz de ver en tu entorno los objetos rojos, rosados y magentas. Cuando en realidad la solución podría venir en color verde, o celeste.  

Ejercita tu atención y apertura mental a través de la meditación y la observación atenta. Cuando te descubras caminando por la calle dándole vueltas a un pensamiento, fíjate cómo te hace sentir ¿Es cómodo?¿Sientes algo físico? Luego pregúntate si esto es útil para alguien en este momento… ¿Algo pasará si dejas ese pensamiento para más tarde? Si la respuesta es no, no te enojes, despídelo con tranquilidad y observa a tu alrededor en paz, pues de eso se trata el ejercicio. 

Conclusiones finales

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Practicando podrás salir de los problemas más rápido y crecer

Tocar este tema puede ser bastante extenso, pues solemos tener muchas dudas al respecto. No tenemos costumbre ni nos han enseñado a familiarizarnos con lo sutil de esta realidad. Por ello, lo más importante es empezar a practicar comenzando por lo más “sencillo”.

Si algo de lo que acabas de leer resuena contigo, no esperes ni un minuto más. Sobre todo, sé resiliente y no te desesperes, poco a poco irás viendo más claramente. Esto puede ser aplicado y comprendido en lo que parecería “mucho tiempo”, o en menos de 1 segundo. Luego sabrás el porqué.

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